fbpx
nuevo logo color

Palabras Celebración Quinquenio 2024: Esmeralda Román

Dirección de Comunicaciones UNIAGRARIA

El 23 de agosto de 2024, la Fundación Universitaria Agraria de Colombia, UNIAGRARIA, La U Verde de Colombia, celebró con gran entusiasmo el Día Quinquenio 2024 en su sede de la 170. Este evento especial fue una ocasión para rendir homenaje y reconocer la valiosa labor de aquellos colaboradores que han dedicado 5, 10, 15, 20, 25 y 30 años de servicio ininterrumpido a la institución. La directora de Dependencia Facatativá “Beatriz Gaitán Azuero de Romero”, la Dra. Esmeralda Román González, quien cumplió 25 años en la instituciones redactó las siguientes palabras:

UNIAGRARIA BOGOTÁ, 23 DE AGOSTO DE 2024

Señor Presidente de la Asamblea de Fundadores
Demás Fundadores de UNIAGRARIA
Señor Rector
Señora Vicerrectora Administrativa
Organizadores de este evento
Compañeros homenajeados

La doctora Isabel Victoria Hincapié, Directora del Departamento de Gestión Humana y Desarrollo Organizacional me ha pedido dirigir unas palabras en representación de los homenajeados y es por ello que, muy complacida, tomo la vocería.

Es un honor para mí estar aquí y tener la oportunidad de reflexionar sobre estos años llenos de aprendizaje, crecimiento y logros compartidos.

Hoy nos reunimos con regocijo para celebrar un hito muy especial, el reconocimiento que nuestra institución hace a quienes llevamos 5, 10, 15, 20 y hasta 25 años de vinculación, dedicación y esfuerzo en nuestra UNIAGRARIA. Mis compañeros y yo nos unimos para agradecer a ustedes señores fundadores y señor rector por habernos permitido pertenecer a
esta gran familia. Si, la familia UNIAGRARISTA con la que compartimos gran parte de nuestro tiempo, de nuestros días, de nuestras luchas, de nuestros sufrimientos, de nuestras metas. Esta familia UNIAGRARISTA con quien nos unimos en un solo propósito: hacer a UNIAGRARIA cada vez más grande, grande en tamaño, grande en dignidad, grande en cobertura, grande en posicionamiento, grande en reconocimiento.

En esta familia hemos aprendido que el trabajo dignifica, hemos aprendido a hacer equipo, a tolerarnos mutuamente, hemos aprendido que las equivocaciones también son válidas cuando hay un propósito de no volver a caer, hemos aprendido a sacudirnos y levantarnos. Hemos ofendido con palabras, con acciones, nos han ofendido con hechos, con situaciones, pero hemos aprendido a perdonar y a tomarnos de la mano para juntos continuar el camino para lograr la meta a que estamos llamados. Como en toda relación de familia hay discrepancias, disgustos, disentimientos que por fortuna no se han quedado ahí, hemos aprendido a convivir en la diferencia.

Cuando miramos hacia atrás y recordamos los inicios, parece que fue ayer cuando comenzamos este viaje. Hemos sido testigos de innumerables cambios y avances, tanto en el ámbito académico, administrativo, de infraestructura física y tecnológica, y cuánto más en el ámbito personal. Cada uno de nosotros ha vivido momentos de desafío, de confrontación, de dolor, de impotencia, pero muchos más de triunfo, de aprendizaje y de transformación. Es momento propicio para agradecer a quienes han sido parte de este recorrido: a nuestros fundadores, gestores de este hermoso proyecto UNIAGRARISTA no solo generador de conocimiento, sino también aportante de valor en la economía nacional. Por esta empresa han pasado miles de trabajadores cuyas familias, por extensión, también se han visto beneficiadas. Es oportuno agradecer también a estudiantes y docentes quienes han traído consigo la curiosidad, el entusiasmo y la disciplina necesarios para mantener viva la llama del conocimiento; a los más de 12000 egresados quienes llevan en alto la bandera UNIAGRARISTA a lo largo del territorio nacional y fuera de él; a ustedes colegas y colaboradores, que han sido compañeros incansables en este viaje, siempre dispuestos a compartir ideas, apoyar y construir juntos; y por supuesto, a la alta dirección, a las instancias administrativas y al personal de apoyo, cuyo trabajo fundamental ha sido el pilar sobre el cual hemos construido
nuestras actividades diarias.

No quiero dejar pasar esta oportunidad sin hablar de mi experiencia en esta institución a la cual me une un sentimiento profundo de afecto, lealtad, compromiso y agradecimiento. Y aquí he pasado la mitad de mi vida. UNIAGRARIA ha estado conmigo en la alegría de ver crecer a mi hijo mayor, en la alegría de ver nacer a mi hijo menor y también me ha acompañado en momentos difíciles de enfermedad y pérdida de seres queridos. Eso lo llevo en mi corazón. Mi llegada a UNIAGRARIA se dio el día 22 de febrero del 1.999, no se dio en un momento de gloria, se dio en un momento difícil de la institución. Así que desde el primer momento asumí el reto. Y entre más conocía, más me retaba. Me enamoré desde el principio de UNIAGRARIA, de su gente, del medio en el que trabajábamos con pocas manos, pero con muchas ganas. Ha sido una experiencia bastante enriquecedora, rodeada de un gran aprendizaje. El paso por diferentes áreas me ha permitido aprender, cuestionar, aportar y apuntar a diferentes metas. Y qué decir de UAF, el reto de ser la primera sede regional basada en principios de sistematicidad, reticularidad y fractalidad; con proyectos de aula que siguen beneficiando a los municipios de las diferentes provincias de Cundinamarca; con 566 egresados que están impactando el territorio.

Mi lealtad hacia UNIAGRARIA va más allá de un compromiso, va hacia el obrar siempre con rectitud. Me he entregado al goce profundo del cumplimiento del deber y a servir a la comunidad universitaria y transmitir un poco del amor que siento por esta institución. Mi lealtad hacia UNIAGRARIA ha ido hasta expresarme en forma franca y algunas veces reactiva, con una franqueza que supera lo directo, pero pensando siempre en defender sus intereses. Y estas reacciones, algunas de ellas equivocadas, me han llevado en ciertas oportunidades a pedir perdón con palabras o con hechos porque siempre primarán los intereses institucionales y mi sanidad interior.

Este año, de manera particular, he meditado en quién era cuando llegue a UNIAGRARIA y quién soy ahora y esta institución, a la que amo entrañablemente, me ha hecho una profesional, una mujer, una mamá, una esposa, una trabajadora, una jefe, y una compañera de vida diferente. Me causa agrado ver a cada uno de los estudiantes, me causa agrado ver docentes que apuestan todo por contribuir al proyecto de vida de muchos jóvenes, me causa agrado escuchar y hacer parte de las ideas innovadoras de mi jefe, me causa agrado ver a mi equipo de trabajo, me emocionan las buenas noticias: renovaciones de registro calificado, certificaciones de condiciones institucionales, reacreditaciones, ver el nuevo edificio de laboratorios (a propósito estuve muy emocionada durante el recorrido al que me invitara la Directora de Laboratorios hace unos días, soñamos a corto y a largo plazo), también me emociona una nueva silla, una nueva malla protectora de espacios de recreación, y hasta un nuevo balón.

A lo largo de estos años, he tenido el privilegio de ver a muchos estudiantes crecer y alcanzar sus metas. He sido testigo de sus logros, tanto grandes como pequeños, y he visto cómo se convierten en profesionales y ciudadanos comprometidos. Es una gran satisfacción ver el impacto positivo que nuestro trabajo tiene en las vidas de quienes nos rodean. UNIAGRARIA se convirtió en un modo de vida en la que mi esposo y mis hijos han hecho parte. A ellos hoy quiero honrar porque han tolerado mis madrugadas, mis llegadas tarde, mis ausencias y muchas más dificultades.

Me da gozo pensar que UNIAGRARIA nunca se borrará de mi mente y menos de mi corazón. Compañeros y cuerpo directivo: a lo largo de estos años, también hemos aprendido mucho sobre nosotros mismos. Hemos enfrentado desafíos que nos han hecho más fuertes y resilientes. Cada obstáculo superado ha sido una oportunidad para mejorar y para crecer, no solo como individuos, sino como comunidad académica y administrativa.

Hoy debemos reafirmar nuestro compromiso de enaltecer el nombre de UNIAGRARIA y ser fieles a sus principios, valores, proyectos y metas.

En nuestras manos está el futuro de nuestra institución, avizorémoslo grande, promisorio, halagüeño, con gran impacto en el territorio, respondiendo a las reales necesidades de la población rural e impactando de manera positiva el sector agrario de nuestro país. Apostémosle al campo colombiano y al cumplimiento de nuestra misión.

Queridos compañeros hoy no solo celebramos un aniversario; celebramos una trayectoria llena de compromiso, de pasión por la educación y de amor por el conocimiento. Los invito a seguir trabajando con dedicación y entereza para seguir haciendo de nuestra institución un lugar excepcional.

Mientras avanzamos hacia el futuro, me siento optimista y entusiasta por lo que vendrá. Estoy segura de que seguiremos enfrentando los retos con la misma determinación y creatividad que nos ha caracterizado hasta ahora. Sigamos trabajando juntos, inspirándonos mutuamente y continuando con esta noble misión de educar y formar a las generaciones anteriores, recientes y nuevas según sus necesidades y preferencias.

Gracias a todos por ser parte de este gran equipo que asumió esta aventura maravillosa, la AVENTURA UNIAGRARISTA. ¡Que vengan muchos años de triunfos, conquistas, retos, satisfacciones y trabajo en equipo!

¡Muchas gracias familia UNIAGRARISTA!


Esmeralda Román González