Potencializar el campo por medio de la formación de su capital humano es una de las principales metas de UNIAGRARIA, por lo cual incentiva proyectos desde todos los programas que impulsen el progreso de las regiones. Una de las iniciativas es promover la creación de políticas públicas que tengan en cuenta la situación y necesidades reales del sector agrario analizando las características y diferencias de cada territorio.
Por décadas el tema de la tierra agrícola y rural no ha sido parte significativa en la agenda política del país, lo que se ha visto reflejado en el olvido del sector rural, incrementando brechas y disminuyendo las oportunidades para esa población. A lo largo del tiempo el gobierno ha hecho varios intentos para generar y estructurar políticas adecuadas que contribuyan al acceso productivo de la tierra, los cuales no han contado con éxito pues nunca ha existido un programa real de reforma agraria.
En la actualidad se estima que la población campesina del país es siete millones de personas, un número no muy diferente de hace cincuenta años, que producen los alimentos para la totalidad de la población (47 millones), lo que quiere decir que mientras hace 50 años la relación entre productor y consumidor era de dos a uno, hoy en día es de casi uno a seis y para el 2030 se puede prever que será de uno a diez.
Otra temática a tener en cuenta para el desarrollo sustentable de las regiones es el suelo y el tratamiento que se le dé para los procesos productivos, intentando que estos sean lo menos dañinos posible y que permitan compensar a la tierra por el trabajo.
La construcción e implementación de políticas públicas dirigidas al desarrollo sostenible de las regiones tienen que tener en cuenta a los diferentes actores, las realidades y necesidades de la población y la importancia de las instituciones educativas en el proceso; misión por la que trabaja la U Verde de Colombia.