El tráfico vehicular, el costo de los pasajes o la demora en el transporte público, han sido algunas de las razones por las cuales, muchas personas tomaron su bicicleta y empezaron a movilizarse por esta congestionada ciudad.
Este es el caso de Alejandra Ortiz, Carlos Santander y Cristián Gómez, quienes hacen parte de un grupo de estudiantes Uniagraristas que llegan a la universidad en “bici”. Esta iniciativa fue surgiendo por la necesidad de ahorrar tiempo y dinero, en medio del caos que a veces parece apoderarse de Bogotá.
No se hacen llamar club o colectivo, más bien es un “parche” de chicos que se dejaron tentar por los pedales, aprendiendo sobre la disciplina, la exigencia y la vida misma. Por ahora el grupo se llama “Team Uniagraria” y cuenta con más de 10 integrantes, que van cada día asumiendo mayores retos. Salen a pedalear por lo menos una vez a la semana fuera de la universidad, por lo general son los domingos en la mañana cuando deciden recorrer algún sitio cercano a Bogotá como: El Alto del Vino, Altos de la Cuchilla o Patios.
Estos caminos empinados los han llenado de experiencias únicas y de personas nuevas en su vida, y es que el ciclismo logra en ocasiones algo impensable a veces en este país: Ponerse en los zapatos del otro. Estos chicos han tenido la oportunidad de sentir el ciclismo, como ese sentimiento de camaradería con personas desconocidas a las que terminan ayudando. Sin importar su nombre o su origen; las pinchadas, zafadas de cadena o caídas, han sido motivos suficientes para socorrer a cualquier colega que lo necesite, finalizando con un trago de agua, una despedida, o deseándose suerte.
Por ello Uniagraria, siendo testigo del esfuerzo de los estudiantes y viendo su contribución con el deporte y el medio ambiente, decidió unirse a la iniciativa de estos jóvenes, apoyándolos con un equipamiento para que sigan poniendo el sello de la U verde de Colombia.
Desde nuestra institución hacemos un llamado, no solo a la administración local a que cumpla con su responsabilidad de brindar seguridad y garantías a los ciclistas, sino a todas las personas para que se comprometan a tener una mayor tolerancia, comprendiendo que los ciclistas, peatones y conductores caben en la vía respetándose unos a otros.