Autorregulación

Es el mecanismo que tienen las instituciones para el seguimiento sistemático del cumplimiento de sus objetivos misionales, el análisis de las condiciones que afectan su desarrollo, y las medidas para el mejoramiento continuo. Esta cultura busca garantizar que la oferta y desarrollo de programas académicos se realice en condiciones de calidad y que las instituciones rindan cuentas ante la comunidad, la sociedad y el Estado sobre el servicio educativo que presta.

 Así las cosas, en la guía No. 04 del CNA, se establece que el seguimiento y evaluación de los planes de mejoramiento y está dirigida a las instituciones, así como a los programas académicos que han recibido la acreditación en alta calidad en cualquiera de sus vigencias (6, 8 o 10 años) y se enmarca en la función del Consejo Nacional de Acreditación de promover la cultura de autoevaluación y mejoramiento continuo, como una tarea permanente de las instituciones del país y como parte integral del proceso de acreditación en alta calidad.

Una institución de alta calidad se reconoce por la capacidad de planear su desarrollo y autoevaluarse de manera sistemática y permanente, generando planes que aborden las oportunidades de mejoramiento resultantes de los procesos de autoevaluación e impacten las decisiones institucionales en todos sus niveles y ámbitos de influencia, en desarrollo de su autonomía institucional. Para ello debe contar con un sistema interno de aseguramiento de la calidad, el cual ha tenido un proceso de maduración y mejoramiento, como resultado de los procesos de autoevaluación y autorregulación.

La alta calidad de las Instituciones supone que se hayan consolidado aspectos tales como:
  • Desarrollo y apropiación de una sólida cultura de autoevaluación y autorregulación orientada al mejoramiento continuo, soportada en un sistema interno de aseguramiento de la calidad que permita evidenciar los logros y el desarrollo permanente de labores formativas, académicas, docentes, científicas, culturales y de extensión.
  • Demostración de la coherencia entre los propósitos declarados y las acciones realizadas para llevarlos a cabo, evidenciada en sus planes de desarrollo o lo que haga sus veces, y en la proyección presupuestal. Una articulación efectiva entre los procesos administrativos y académicos, que ponga en evidencia el esfuerzo institucional para garantizar un engranaje eficiente y eficaz para soportar la misión institucional.
  • Mecanismos de evaluación y seguimiento al desempeño administrativo de la Institución que muestren mejoramiento continuo y acciones en las que se ponga en evidencia la efectividad institucional. Recursos financieros suficientes que garanticen cumplir adecuadamente con las funciones misionales y de apoyo, tanto en inversión como en operación en el corto, mediano y largo plazo.
  • La transparencia demostrada en la promoción de los servicios que las Instituciones ofrecen en desarrollo de sus labores formativas, académicas, docentes, científicas, culturales y de extensión.
El seguimiento y evaluación que realiza el Consejo Nacional de Acreditación tiene los siguientes objetivos:
  1. Evidenciar tanto los avances como la solidez de la planeación y la gestión que ampara su ejecución.
  2. Describir la forma en que se han desarrollado los planes de mejoramiento identificados para involucrar las recomendaciones del proceso más reciente de acreditación y la capacidad innovadora que demuestra el programa académico o la institución.
  3. Dar cuenta de los cambios significativos de mejoramiento continuo respecto a la vigencia de la acreditación.

De otro lado, una Institución de alta calidad se reconoce porque demuestra que lleva a cabo mecanismos de rendición de cuentas periódicas a todos sus grupos de interés y a la comunidad académica, mediante procesos reflexivos, estructurados y documentados, que permiten un análisis objetivo de los compromisos y promesas de valor institucionales y/o de los programas académicos realizadas y del grado y modo en que efectivamente se han cumplido.

Para el caso de un programa académico, la alta calidad, desde la perspectiva de la acreditación, se reconoce considerando referentes a partir de los cuales orienta su acción y supone retos de alta exigencia y complejidad, reconociendo los elementos que constituyen su identidad, su misión, tipología y naturaleza jurídica; así como el nivel de formación y la modalidad del programa académico.

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